RELATOS DE NAVEGANTES
por Oscar Isa
El viaje de ida
Tal como estaba previsto salimos de Puerto Belgrano con la pleamar de las 17.00 el día 3 de enero de 2023. Me acompañan Luis Rosales, Ever Schmit y mi hija Manuela.
Íbamos a tener viento de proa casi toda la noche pero aprovechábamos la marea bajante en el canal de acceso a puertos. Iríamos a motor hasta la boya 11, luego veríamos. Este trayecto es de 17 millas. A las 17 millas desde Puerto Belgrano hasta la boya 11 hay que agregar el tramo hasta MDP, de 223 millas, lo que da un total de 240 millas. En la boya 11 salimos del canal. Ningún rumbo apto para velas. Seguimos a motor. Rumbo 090°
Yo tenía a bordo mi modesto GPS Garmín y otro de repuesto. Pero Luis incorporó su sofisticado plotter Garmín con una hermosa pantalla donde teníamos representada la ruta. La ruta estaba basada en WPTs marcados frente a los lugares destacados en tierra, a una distancia de aproximadamente 5 millas de la costa. Cuando uno hace navegación costera siempre surge la pregunta “¿qué son esas luces?” o “¿qué pueblo es ese?” Por eso la idea de poner WPT frente a esos lugares. Además siempre reconforta escuchar “falta poco para Orense”, o “ya pasamos Claromecó”. Esa línea que unía esos puntos destacados (trazo grueso a la izquierda de la pantalla) era solo de referencia y nos acercábamos o alejábamos de tierra según las condiciones.
Acá están los WPT desde la boya 11 hasta MDP, las coordenadas, la distancia, y el rumbo verdadero entre ellos.
También habíamos cargado los WPTs de entrada a Quequén, por si era necesario hacer una recalada no prevista.
Nunca tuvimos vientos francos, solo de proa y ceñidas.
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Hacíamos guardias de 2 horas. Luis –tanto a la ida como a la vuelta- eligió la guardia de 4 a 6 de la mañana. Quería disfrutar de los amaneceres. Acá una de las fotos. El Azul navegando a motor, con timón automático, proa al Este, hacia la salida del sol. Esta foto también indica que Luis no cumplió la norma de “no salir del cockpit estando de guardia en solitario”.
La fanática de la luna era Manuela. Sacó infinidad de fotos de la luna llena que nos acompañó todas las noches.
Cuando pasábamos frente a Claromecó se nos acercó un semirrígido a curiosear. Le alcancé mi celular para que nos saque unas fotos. Azul con mayor completa y trinquetilla. El genoa permanece trincado y firme en la proa. Es inmenso y no me daría seguridad en caso de tener que enrollarlo apurado. Así que para navegación en alta mar el genoa no lo uso. La trinqueta es manejable, sube y baja con garruchos. Tal vez algún día coloque un enrollador para la trinqueta. Aunque pensándolo bien, esa disposición no me permitiría colocar el tormentín con garruchos que permanece sin estrenar en el pañol. En fin, por ahora sigo así.
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Antes de llegar a Necochea Ever enganchó dos palometas en el señuelo que venimos arrastrando.
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Entre Claromecó y Necochea fuimos espectadores de un show increíble a cargo de un numeroso grupo de delfines que jugaron con el barco durante casi una hora.
Pueden ver un video de esta maravilla natural en el siguiente enlace:
https://youtube.com/shorts/B1DrbdkVQsk
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A la tarde hacemos un enlace por radio BLU con el Kirki que está en su casa en Punta Alta. Teníamos establecido un horario y siempre comunicamos bien.
Desde Miramar tiramos un rumbo al Este del Banco Pescadores. La carta indica suficiente agua arriba del banco, pero preferimos dejarlo por nuestro babor. Luego vimos pasar un guardacostas que -viniendo del sur- se mandó por el paso que queda entre el banco y las restingas de Punta Mogotes. Tal vez a la vuelta probamos…
La recalada a MDP fue de día, lo cual nos daba bastante tranquilidad. La entrada a puerto no es complicada, pero tener unos buenos WPT siempre ayuda, sobre todo si nos toca entrar de noche. La recalada, tanto si llegamos desde el sur como desde el norte, hay que hacerla a un punto intermedio entre las escolleras del puerto y Cabo Corrientes (RECALADA1). La primera vez que entré hace muchos años –de noche– ni siquiera sabía dónde estaba la entrada al Club Náutico. Por eso, para los que arriban por primera vez, van los WPT hasta llegar al puente de ingreso a la dársena que alberga a los clubes náuticos.
Este edificio de 3 torres está justo en Cabo Corrientes y nos sirve de referencia para la recalada.
Ya cuando estamos poniendo rumbo a las escolleras (entre RECALADA1 y RECALADA2) debemos avisar a Prefectura Mar del Plata (Lima 2 Uniform) en canal 9 de VHF. Lo mismo tenemos que hacer al liberar el canal una vez pasadas las escolleras.
Próximos a entrar, defensas preparadas, el ancla que venía trincado está libre por si hiciera falta. Siempre es útil un handie para no tener que dejar el timón y bajar a la cabina a hablar por radio.
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El Azul a punto de pasar la entrada (el puente que se abre hacia un costado). David, el marinero del Yacht Club Centro Naval nos recibió afuera de la dársena de los clubes en su bote (foto) y nos guió hasta llegar al sitio que nos tienen reservado. La atención fue excelente durante todo el tiempo que duró nuestra permanencia. Debemos agradecer la gestión realizada con anterioridad a nuestra zarpada por autoridades del YCPB.
El gallardete luce en el estay de popa
Ever, Oscar, Manuela, Luis
A la salida del YCCN se encuentra este monolito y Ever rinde homenaje a sus compañeros del Crucero ARA General Belgrano
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El regreso
Nos hubiera gustado quedarnos unos días más, pero el pronóstico es muy favorable y no hay que desperdiciarlo. Desembarca Ever y Manuela. Se embarca Leo, el marido de Manuela.
Vientos de 20 nudos en popa durante las próximas 24 horas y luego de través también muy intensos. Allá vamos. Haremos guardias de 3 horas.
Viento en popa. La mayor con mano de rizos y una retenida (cabo hacia proa), por las dudas…
Leo al timón
Va cayendo la tarde y pasamos frente a Miramar. Las olas despeinadas por el viento.
El pronóstico para Necochea daba ráfagas del N.E. de hasta 27 nudos.
Viento de través (fuerte), entre Claromecó y Monte Hermoso.
Mayor con dos manos de rizos y trinqueta.
Pasamos por Monte Hermoso de noche, barrenando olas. Al amanecer estamos haciendo proa a la Boya 11. Omar Anziano me pasa la tabla de mareas para Puerto Belgrano y actualiza el pronóstico. La pleamar a las 8 de la mañana. Al llegar al fondeadero de buques mercantes avisamos a L2N que ingresamos al canal. Bajamos velas, calma total. Marea bajando. Motor. Entramos a Puerto Belgrano. Nos recibe Kirki, seguido minutos más tarde por el Comodoro del YCPB, Capitán de Fragata Matías Batistini. Con toda la paz del mundo empezamos a ordenar el barco y bajar los bolsos. Una hora después el cielo empieza a ponerse negro por el Noroeste. Luego por el Oeste hasta que todo el cielo está negro. Típico aviso de Pampero luego de varios días de viento norte con temperaturas muy elevadas. Vuelan las colchonetas, se vuela todo. Cerramos el barco. Nos empapamos. Nos vamos. Llegamos justo.
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El timón de viento en anteriores oportunidades me funcionó muy bien con viento de popa. Pero ahora no me animé a usarlo. El viento era muy fuerte y una guiñada con trabuchada hubiera roto algo. Así que hicimos guardias al timón todo el trayecto
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Ya dormí en una cama cómoda y que no se mueve. Igual tengo que madrugar. A las 7.00 de la mañana parto para el club. Haciendo honor a la Teoría de los Actos Fallidos de Freud (*) tengo que ir a buscar 2 cosas que me olvidé: la computadora (la uso para trabajar) y el estuche con los papeles de Prefectura (tengo que ir a White a hacer el aviso de entrada del Azul). Creer o reventar.
(*) “Un sujeto, por la influencia de ideas o deseos inconscientes, expresa involuntariamente lo que en realidad intenta callar y encubrir.”
Oscar Isa
