MAR DEL PLATA 2024

por Oscar Isa
Velero Azul

 

Para concretar este viaje releímos varias veces el relato del viaje del año pasado. Cada vez me convenzo más de la utilidad de escribir las experiencias. Había cosas que aún, habiéndolas vivido, ya no las recordaba.

Por eso les recomiendo, si aún no lo hicieron, leerlo Acá.

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Este año la tripulación, tanto a la ida como a la vuelta estuvo íntegramente compuesta por miembros del YCPB. Participamos en el tramo Puerto Belgrano/Mar del Plata: Oscar Isa; el Comodoro del YCPB, CF Matías Batistini; Gustavo Espil y Jorge Marinángeli. Al regreso desembarcó Jorge Marinángeli y embarcaron María Andrea Gatica y Francesca Batistini.

Fue invitado, pero por motivos personales no fue de la partida Omar Anziano, quien no obstante participó en los preparativos y en el apoyo de la navegación.

Contamos también con la colaboración de Fernando “Kirki” Almada en el apoyo meteorológico.

En el tema meteorología, la información provenía de varias fuentes.

Matías consultaba PocketGrib Lite. Yo consultaba el ZyGrib. Ambos representan archivos Grib. El Zybrib con predicciones para 7 días. Ambos con posibilidad de bajar los datos y mirarlos luego sin conexión a internet (muy importante).

Para los que quieran intentar con este programa, en este sitio del YCPB se está incluyendo un instructivo que puede ser de utilidad. Acá link

Fernando nos mandaba extractos del Windy y Jorge seguía la evolución del Windgurú. Yo también había puesto entre mis favoritos los Windgurú de Puerto Belgrano, Monte Hermoso, Necochea y Mar del Plata.

Los resultados eran todos parecidos. Evidentemente la fuente donde se nutren todos es la misma, pero cada programa efectúa una presentación o animación distinta.

 

Imagen del ZyGrib. En la barra de la parte inferior vemos los 7 días de validez del pronóstico. Para cada día y hora se presenta una imagen distinta. En la imagen, las flechas indican la dirección; y las barbas, la velocidad del viento. La barba (o cola) de menor longitud equivale a 5 nudos, la de mayor longitud 10 nudos. Una corta y una larga serían 15 nudos, y así sucesivamente. Al desplazar el mouse por el área deseada, van cambiando los datos del cuadro de la izquierda a saber: latitud, longitud, viento, dirección del viento, rachas, presión, olas, etc.).

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El A.I.S.: Un avance en cuanto al equipamiento a bordo del Azul, fue la incorporación de un receptor A.I.S. (Automatic Identification System). Para ello conté con la inestimable colaboración del Capitán de Corbeta David A. González, comandante del buque multipropósito ARA “Punta Alta”, quien no escatimó tiempo y esfuerzo para dejar todo funcionando. Este sistema permite ver la posición, rumbo y velocidad de buques navegando en los alrededores, todo ello representado en una tableta con el programa Open CPN.

Hay dos tipos de equipamiento AIS: uno es el utilizado por todos los buques comerciales, mercantes, pesqueros de altura, etc. Estos equipos reciben y transmiten. Las embarcaciones de recreo pueden instalar estos equipos, aunque por razones de costo, tramitación, etc. solo utilizan el sistema básico que funciona únicamente en modo recepción. Nosotros recibíamos información de todos los barcos. O sea que podíamos “ver” pero ellos no nos verían a nosotros, ya que nuestro equipo no posee transmisión de datos.

El equipo de AIS puede utilizar una antena dedicada. La idea mía era colocar una antena exclusiva para el equipo, sobre el arco de popa, a escasos 3 metros sobre el agua. La otra posibilidad es utilizar (mediante un mezclador), la misma antena del equipo VHF. El CC David González insistió en compartir la antena del VHF existente al tope del mástil. Me ganó. Y acá está el resultado: alcance de casi 70 millas.

En la imagen, nosotros estamos navegando frente a Claromecó, y haciendo clic sobre el barco que nos interesa investigar, se despliega una información que dice que se trata de un carguero, fondeado (frente a Quequén, desde donde venimos), de 180 m. de eslora. Está a una distancia de 68,6 millas, y a una demora de 077°.

Ojo aquí con el concepto de “demora” y “marcación”. En nuestro país, la demora es el ángulo horizontal medido desde la línea de crujía hasta el punto observado, medida desde la proa, en el sentido directo, de 0º a 360º. No es esto lo que nos informa el AIS.

En este caso la demora sería lo que nosotros conocemos como marcación, a la cual en Argentina la definimos como el ángulo horizontal medido en grados de 0º a 360º en el sentido horario desde el punto cardinal norte hasta la dirección de la visual a un objeto o punto de referencia. El buque está 77° con respecto al norte.

El Botiquín: En una reunión previa en el Azul, revisamos el botiquín de a bordo y confirmamos que todos los remedios estaban más que vencidos. Para no gastar dinero en reponer los faltantes, convinimos en recolectar todo lo que tuviéramos en nuestras casas, ponerlo en una bolsa individual y traerlo para el viaje. Al finalizar el crucero, cada uno volvía con lo que había aportado. Problema solucionado.

Las Guardias: Nos pusimos de acuerdo (es un decir, más bien un DNU del capitán) en hacer guardias al timón de 2 horas. Antes de tomar la guardia al timón, se entraba de “retén”. O sea que tenía 2 horas para despertarse, vestirse, alimentarse y acompañar al timonel, antes de agarrar el timón. Para mejor entender ver imagen de la planilla pegada en la puerta del baño.

A las 00,00 horas y hasta las 02,00 de la mañana estaba Oscar al timón y entraba Matías de retén. Luego a las 02,00 de la mañana éste pasaba al timón. A la ida hicimos guardias de 4 horas (2 de retén y 2 de timón). A la vuelta las redujimos a 3 horas (1 y ½ más 1 y ½).

La bitácora: Lamentablemente ya es muy común a bordo de los veleros, que no se lleve ningún tipo de anotación. Tenemos GPS, plotter, todo el instrumental necesario, por lo tanto, no es necesario (¿o si?) llevar una anotación minuciosa que nos permita obtener una posición por estima.

En nuestro caso, llevamos un simple cuaderno donde anotamos la hora, la Posición, Rumbo, Velocidad y la Presión. No hay una exigencia de anotar a ninguna hora determinada. El que se acuerda mira el GPS y anota. Algo es algo, y mantenemos un poco la tradición de anotar.

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La salida: Puntualmente a las 6 y media de la mañana del 13 de enero de 2024 zarpamos desde el YCPB. Tendríamos viento de popa hasta llegar al canal principal, y luego por la aleta de babor. Izamos mayor completa y hacia allá nos fuimos. En proa no ponemos nada por ahora, hasta ver de qué lado se comportará mejor.

La mayor lleva siempre (¡siempre!) un cabo o retenida, desde el penol de la botavara hasta una cornamusa hacia proa, sobre la banda correspondiente. En el Azul la retenida está permanentemente armada, estirada y afirmada en un costado de la botavara. Por lo tanto, cuando se la necesita, no hay que buscar un cabo, hacer equilibrio para fijarlo, etc. Está siempre lista y se coloca inmediatamente ya sea al izar la mayor con viento franco o al trabuchar. Este cabo nos salvará, en varias ocasiones, de sufrir daños en la jarcia y vela, y accidentes personales graves.

Ya al llegar al canal principal tomamos una mano de rizos e izamos trinquetilla.

El genoa permanece trincado y firme en la proa. Es inmenso y no me daría seguridad en caso de tener que enrollarlo apurado. Así que para navegación en alta mar el genoa no lo vamos a usar. La trinquetilla es manejable, sube y baja con garruchos. Tal vez algún día coloque un enrollador en el estay de trinquetilla. Aunque pensándolo bien, esa disposición no me permitiría colocar -en caso de necesidad- el tormentín con garruchos que permanece sin estrenar en el pañol. En fin, por ahora sigo así.

Al llegar al par de boyas N°16 es obligación informar a Prefectura L2N que se ingresa en el sector denominado “El Toro”. Del mismo modo se debe informar cuando se termina de navegar ese sector en el par 12. Cuando termino de hablar con L2N, llamo a un buque que venía detrás nuestro y nos viene alcanzando. Le informo que nos mantendremos “sobre las verdes”, o sea que le dejábamos libre el canal a nuestro babor para que nos adelantara como corresponde. Grande fue la sorpresa cuando el que nos contesta es el práctico a bordo, nuestro conocido Gustavo Almada, uno de los instructores en el curso de Patrón de Yate a Vela y Motor del YCPB. Nos desea buena navegación a Mar del Plata y nos informa que no nos preocupemos, no nos va a alcanzar y que el buque inicia caída a babor, rumbo al fondeadero D (Delta).

El buque había ingresado más temprano a la zona de puertos, pero debido al aumento de la intensidad del viento debió volver a salir y fondeará hasta que mejoren las condiciones climáticas. Nosotros salíamos viento en popa…

Un poco antes de llegar a la Boya 11 salimos del canal y ponemos rumbo a Monte Hermoso pasando por el fondeadero Alfa. Tomamos la segunda mano de rizos en la mayor. Abajo también la trinquetilla. Achicábamos paño y la velocidad seguía siendo la misma.

Sobre el mediodía estábamos frente a Monte Hermoso. Sábado. Un día espectacular de verano para los turistas ya que, si bien nosotros teníamos mucho viento, éste provenía de tierra. Muchísima gente en la playa. Nos arrimamos bastante a la costa. El teléfono no paraba de recibir mensajes y fotos. Algunos contactos con los que hacía años que no hablaba me preguntaban: ¿Oscar sos vos? ¿Es el Azul? Muchas fotos, videos y saludos. El saludo más exagerado fue el de Valeria Vitale, quien -a la vez que mandaba mensajes- pidió prestado un espejo de grandes dimensiones en un parador y nos hacía señales reflejando el sol.

Aunque fueron muchas las fotos desde la playa,creo que ésta es la más linda

Ni bien pasamos Monte Hermoso ponemos “Oreja de Burro” para alejarnos de la costa. Ahí siguen las fotos, y aparece ésta, publicada en un grupo de Facebook del Balneario Sauce Grande. Allí informaban “… está pasando un velero frente al balneario…” alguien le contestaba: “…es el Azul, yo lo conozco…”

Al poco tiempo la mayor, aún con dos manos de rizos, se pone pesada y probamos con mayor de capa. Seguimos en popa.

Y finalmente con todo abajo excepto la trinqueta, que se comporta maravillosamente bien y el Azul sigue a 5-6 nudos

 

UNA TORMENTA “… DE MANUAL”

Cuando algo ocurre tal cual está en la teoría, solemos decir que algo es “de manual”.

Pues entonces veamos lo que dice el manual respecto a las tormentas.

TORMENTAS

En su fase inicial, la tormenta tiene un borde inferior chato, con corrientes ascendentes. El cielo está semicubierto, con nubes estratocúmulos. El aire está en calma, o con vientos flojos por lo general del NW o NNW. La presión relativamente normal, pero con tendencia a bajar.

 

En el segundo estado, nubes cúmulos de mayor desarrollo vertical, barómetro en descenso y vientos del mismo cuadrante sin mayores variaciones en la intensidad. El desarrollo vertical puede iniciarse en 0 (cero) metro hasta 17/20.000 metros. Las nubes dejan de tener un borde chato, adquieren mayor magnitud y ya tenemos corrientes ascendentes y descendentes.

Son volúmenes inmensos de aire que viajan hacia arriba a más de 200 Km/h. El aire es una roca a esa velocidad. Fuera de la nube está brillando el sol. Puede volar un avión junto a la nube que no pasa nada. Si penetra dentro de ella lo despedaza. Se puede navegar debajo de la nube que tampoco pasa nada.

Por último, tenemos el estado de la tormenta en sí. Forma un yunque para 1 ó 2 lados. Predominan las corrientes descendentes. El aire cae, pega contra el suelo, vuelve a ascender y vuelve a empezar tormentas nuevamente.

La punta del yunque señala la dirección en que se propaga el viento, y con él el frente de tormenta.

Ya comienzan las primeras ráfagas y los cambios repentinos de viento. El peligro puede estar en la parte delantera del frente por la gran velocidad de los vientos generados fuera y dentro de la “chimenea” del cumuloninbus.

Casi siempre los vientos más fuertes son del SW en nuestra zona. Antes que ocurra esto tuvimos vientos fuertes del NW o NE.

Una vez que el frente ha pasado, el viento ha “saltado” al sector SW y se estabiliza en esa dirección por un tiempo prolongado y, aunque fuerte, ya no sopla con las intensidades registradas durante el pasaje. La temperatura desciende bruscamente, y el barómetro está en alza. El cielo se despejará por completo. La visibilidad será excelente.

 

FIN DEL MANUAL, VOLVEMOS A LA REALIDAD

A nuestra popa aún brilla el sol en el oeste. Un cumuloninbus ya se está despeinando en la parte superior y nos indica hacia dónde se dirige la tormenta. O sea, hacia nosotros. Nos pasa por arriba, hacia nuestra proa. Bajamos velas, dejamos sólo la trinquetilla. El cielo se pone oscuro. Se cierra todo, y la tormenta estalla en nuestra proa. Empiezan los relámpagos, el viento y la lluvia.

En un casco de acero como el Azul cualquier descarga eléctrica descargaría directo en el agua, peeero… Afuera está Jorge al timón. No se me ocurre mejor idea que alcanzarle unos guantes de goma. ¿servirán para algo? Risas generales, pero se los colocó.

La tormenta ya pasó. El mar quedó en calma (Gustavo, Matías y Jorge)

Ya estamos en Mar del Plata. Aprovechamos los 3 días de cortesía que nos ofrece el Yacht Club Centro Naval. Mientras, vamos mirando el pronóstico. Tendremos al cuarto día vientos francos como para volver.

Zarpada: La instructora de SAP del YCCN al pasar nos tomó esta foto desde arriba de su tabla. Le pasamos nuestro número y nos la envió por WhatsApp.

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Será una hermosa navegación. Movidita, pero no tanto como a la ida. Se baja Jorge Marinángeli y suben Andrea Gatica y Francesca Batistini, hija de Matías.

Andrea

 

Francesca

 

Volvemos a tener la visita de los delfines que ya nos habían deleitado en el viaje de ida. Pero esta vez dedicada a las chicas que no los habían visto.

 

En muchos momentos navegamos con mayor completa y trinqueta a orejas de burro.

Gustavo, siempre firme y puntual a la hora de tomar la guardia

 

Papá orgulloso con su hija

 

PARA PENSAR

Llevamos una boyita luminosa de autoencendido atada al salvavidas circular. Éste a su vez amarrado al cabo de 27,5 metros reglamentario (círculo verde) En determinado momento surge un tema de conversación: Si se cae un tripulante al agua, de noche, ¿arrojamos el circular con la boya de autoencendido atada al mismo? Respuesta: Si. Pero... el circular está atado a los 27,5 m. de cabo que a su vez están firmes al barco. Por lo tanto, empezaríamos a arrastrar al salvavidas circular con la boya luminosa… Ahhhh…. ¡Pero entonces perdemos de vista al tripulante! Y… sí.

A partir de ese momento desatamos el circular de los 27,5 m. de cabo anaranjado.

En caso de caerse al agua un tripulante, se arrojaría el circular con la boya luminosa. De esa manera tendríamos una referencia para volver a recogerlo.

Para recuperar al tripulante usaríamos el otro salvavidas en forma de herradura y que además tiene un arnés para izar (círculo rojo). Éste permanece en el estuche amarillo sobre babor, que tiene su propio cabo de 27,5 m y éste sí, hecho firme al barco (ver el cabo negro que sale del estuche, atado a la estructura del balcón de popa).

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A propósito de los 27,5 metros del cabo anaranjado reglamentario:

Siempre me pareció insólito la exigencia de los veintisiete metros y medio que debe medir el cabo del salvavidas (¡ni 27 ni 28, ni 30!) La explicación no la encontré en ningún libro, ni en ningún funcionario de los que inspeccionan los elementos de seguridad. Lo que si encontré es la siguiente información que da origen a mis conclusiones:

La cadena se fabricaba antiguamente, (no sé si ahora se sigue haciendo), por trozos o paños, y esos trozos de cadena se unen con grilletes. Así es que cuando un buque fondea, el capitán ordena fondear “tantos grilletes” que equivale a decir tantos trozos de cadena unidos entre sí.

Este trozo de cadena pasó a llamarse grillete, dando lugar a una unidad de medida llamada “grillete”. Y ¡Oh sorpresa! Un grillete equivale a 90 pies. Como un pie mide 30 centímetros y medio, un grillete mide 27,5 metros, de donde deduzco que los 27 metros y medio que tiene que tener el cabo del salvavidas equivaldrían a la antigua medida de un grillete de cadena.

 

NOS BAÑAMOS

Llevamos casi dos días de navegación. Poco viento. Estamos pasando frente al Balneario Reta. Mucho calor. ¿Y si nos bañamos? Buscamos 10 metros de profundidad. Abajo velas. Fondeamos con 30 metros de cadena y … al agua todo el mundo.

 

De noche frente a Monte Hermoso

Hace muchos años que no navegaba frente a Monte Hermoso. Siempre pasaba muy lejos, o en horas de la madrugada. Esta vez el viento nos favoreció y pudimos arrimarnos a la costa. Además, coincidió que tanto a la ida como a la vuelta pasáramos en horas de mucha concurrencia de turistas en la playa. A la ida un sábado al mediodía. Al regreso, un domingo de mucho calor con todo el mundo en la playa, a las 22.00.

El Azul llevaba las luces de cruceta encendidas para que lo vieran mi hija y mi nieta quienes estaban en la playa. Así me lo habían pedido. Pasamos muy cerquita, calculo unos 300/500 metros. De pronto vemos una lucecita verde de un drone evolucionando a nuestro alrededor. Al poco rato entra en mi teléfono celular un video. ¡espectacular!. Un amigo vio el barco y lo filmó todo desde el aire.

Al igual que a la ida, los mensajes no cesaban de entrar. Hicimos un show nocturno. Jeje.

Luego derivamos y ponemos rumbo a la Boya 10 del canal de acceso al Puerto de Ing. White. Arribamos ahí al amanecer, y el viento cada vez escaseaba más. Así que motor por todo el boyado y rumbo a casa. Fue un excelente regreso.

Conclusión: un viajecito de estos viene muy bien desde 2 puntos de vista. Así como preparamos un auto para salir de vacaciones (alineación, balanceo, tren delantero, cambio de aceite, etc.), esto nos obliga a revisar y mantener el barco en condiciones. Otro no menos importante, obliga al capitán a trabajar, planificar, y estar a la altura del desafío. Así fue.

 

Oscar Isa

 

 

Dirección:Base Naval Puerto Belgrano, Provincia de Buenos Aires, Argentina